Haziran 14, 2022

Un poema rapeado para Ayelén

ile admin

Un poema rapeado para Ayelén
La preciosa de Ayelén bien tranquila en el trabajo,
su calza negra ajustada le marca bien el culazo.
Morocha tan linda y de gafas, al público atiende contenta
sus tetas muy bien formadas a muchos nos re calientan.
Ayelén tiene 30 años, y en tantas horas allí sentada
ha de dejar en el asiento olorcito a concha bien excitada.
Quisiera poder cogerte, darte fuerte, sin parar
chupar tu concha y tu culo y darte leche para que puedas gozar.
Como me gustaría también en un momento que dejes la silla
ir a olfaterala desesperado y vos me encuentres ahí de rodillas.
Entonces me agarres de los pelos, me des una cachetada
te sientes sobre mi cara y frotes tu concha toda mojada.
Quiero tu culo en mi cara, para meterte la lengua en el agujero
te lo dejo bien limpito y de tu concha me encantan los pelos.
Tu concha jugosa y peluda mantiene mi verga parada,
te la quiero chupar toda y tragarme tu acabada.
Quiero verte y sentirte bien puta en la cama
una hembra bien caliente que como nadie me la mama.
A esa cara hermosa con gafas y algunos granitos
la quiero llenar de semen para que le queden muchos espesos grumitos.
Quiero que me humilles, me rasguñes, me escupas, me muerdas
quiero estar a tu merced amarrado a tu cama con fuertes cuerdas.
Ayelén, me enloquece tu figura de hermosa mujer
dichoso ese macho que te puede coger, que te la puede con todo meter
y sentirte gozar, gritar, gemir, sudar, escucharte explotar.
Tu simpatía y sonrisa también me hacen parar la poronga
llamame con simpatía y pedíme que te la ponga.
Tratame con dulzura y tratame con rigor,
humillame, maltratame y luego consolame con tu dulzor.
Quiero apreciar tus gafas con mi semen enchastradas
y que con cara de putita las limpies a lengüeteadas.
Quisiera que me hagas una buena paja con tus manos suavecitas
y después que me retuerzas las bolas y no dejes que salga mi lechita.
Que me tortures impidiéndome eyacular con las bolas bien atadas
y luego de varias semanas recién dejes salir mi acabada.
Puedo ser tu esclavo para toda la vida,
podés vestirme de mujer y convertirme en una putita pervertida,
Ayelén, con vos me dejo romper el culo, quiero que me lo dejes reventado
cogeme con lo que te guste así queda mi ojete agrandado.
Meteme un consolador, meteme tus dedos, tu mano, tu brazo, tu pie
dejame ser tu puta por lo menos una vez
que ha de ser hermoso para un hombre que se lo coja una mujer.
Mi princesa Ayelén, me entristezco sabiendo que no te puedo coger,
todas las noches pensando en vos muchas pajas me tengo que hacer.
Porque sos producto de mis sueños y cada tanto te veo aparecer.
Dormido, soñando, al público te miro atendiendo
pero es tan real tu imagen que parece que de verdad te estoy viendo.
Siento tus tetas, tu ojete, tu cara
siento que toco tu cuerpo y enseguida la verga se me para.
Estoy seguro de tu existencia y mis sueños pueden ser una señal
de que en un momento voy a encontrarte para disfrutar de tu almíbar vaginal.

(Las historias publicadas por FANTASEADOR pertenecen a la ficción)