La putita traviesa domada. Parte 2
La putita traviesa domada. Parte 2
Pues como iba contando, la putita que esta en mi interior cada vez cobraba mas fuerza y con el tiempo se iba volviendo dominante sobre mis acciones. En multiples ocasiones, tambien le robaba algunos juguetitos que le habia comprado para usarlos juntos, le decia yo. Pero estaba loco por usarlos yo. De hecho, seguro que los habia usado yo mas que ella.
De manera que me ponia las bragas de mi novia a la primera oportunidad que tenia. Las bragas, el bikini, las medias, los zapatos, el consolador, las bolas chinas… En definitiva todo. Y mientras tanto la relacion con mi novia seguia hacia adelante sin saber ella que tenia una novia muy putita.
Un dia por la mañana, sobre las 11 y media me llamaron por telefono. Era mi novia. Evidentemente yo conteste.
Ella me dijo que estaba sola en casa, que sus padres y hermanos se habian ido a pasar el fin de semana y que ella habia decidido no ir porque queria estar conmigo y se invento una excusa para no ir con sus padres, como siempre solia hacer. Yo me quede muy sorprendido, pero a la vez espectante, porque me hablaba de una forma que nunca habia utilizado, al menos conmigo. Estaba como muy tontita, con una risa ligera que no se por que me creaba incertidumbre. Y mientras, se reia contandome lo que pasaba me dijo:
– Anda, vente para casa en cuanto termines de trabajar que te estoy esperando muy sexy… jjijiji. Y colgo entre risitas…
La verdad es que ella nunca se habia comportado asi pero yo me puse bastante caliente de pensar lo que me esperaba. Asi que en cuanto termine mi trabajo me fui corriendo para su casa.
Cuando llegue, me abrio la puerta todo un bellezon. Mi novia se habia pintado, peinado y arreglado para la ocasion, con ropa interior sexy, medias, tacones, toda esa ropita que yo conocia bastante bien excepto una bata transparente negra que dejaba entrever lo dulce y guapa que estaba. Esa la habia comprado sin que yo me enterara.
Yo me avalance sobre ella de inmediato, pero ella me paro.
– Quieto leon – me dijo. Esperate que tenemos tiempo de sobra. Hoy quiero que sea algo especial.
Uffff, fue mi respuesta. Casi no me podia aguantar de lo caliente que me habia puesto
Ella seguia con ese tono risueño y esa risita. Me llevo al cuarto de baño y me dijo:
– Ven, hoy quiero que te quites todos los pelos.
Yo me senti muy extrañado. Alguna vez me habia depilado pero no era una cuestion de la que hubiesemos hablado siquiera y yo, evidentemente lo habia hecho para estar mas putita, claro esta, cuando me ponia su ropa.
El caso es que accedi, extrañado por la situacion en general, pero accedi y ademas, me dejaba llevar porque no podia negarme. Era superior a mis fuerzas tener esa pedazo de mujer en tacones, supersexy y oliendo a perfume todo su cuerpo delante de mi y negarme a sus deseos.
Me ayudo a desnudarme y tambien me ayudo a depilarme. Me quito todos los pelos, menos los de la cabeza y las cejas, todos los pelos. No dejo ni uno. Como ya he contado, era una persona muy meticulosa y lo hizo concienzudamente. Mientras me depilaba, no me hablaba, solo se reia.
No tardamos mucho, puesto que acostumbrada a depilarse, era toda una experta.
Cuando terminamos pasamos a su habitacion y me dijo entre risitas
– Hoy tengo una sorpresita para ti.
Encima de su cama tenia preparado un conjunto ropita con toda clase de detalles: braguitas brasileñas, sujetador, medias, liguero, faldita y camiseta, tacones… Toda esa ropa la conocia yo de sobra, pues en mas de una ocasion habian estado con contacto con mi piel. Yo le dije:
– Anda ¿y eso? ¿Te vas a cambiar? Si ya estas muy bien asi.
Ella volvio a reirse y dijo:
– No, que va. Eso no es para mi – a lo que yo volvi a preguntar incocentemente
– ¿Entonces para quien?
Por un momento se me paso por la cabeza que tal vez hiciesemos un trio con alguna amiga.
Las risitas cada vez mas malevolas de mi novia seguian sucediendose
– ¿No te imaginas para quien es? – me pregunto
– Pues no – le dije yo, pensando que eran para una amiga y que esa era su sorpresa.
– Pues son para ti – me dijo…
Yo me quede extasiado. No se me habia pasado por la cabeza. Y eso que me encantaba la idea. De hecho, cuando escuhe esas palabras: son para ti, la putita de mi interior, que estaba bien agarrada como solia hacer yo cuando estaba con mi novia, empezo a querer salir como una loca. Pero yo no queria dejarme dominar y me hice un poco el enfadado
– Tu estas loca – le dije – ¿Como me voy a poner yo eso?. Desde luego… No me lo puedo creer… Anda queee…
Entonces ella se acerco muy muy mimosa me agarro la polla, que la tenia bien dura, y me dijo agachada de rodillas con mi polla en su mano y jugueteando con su lengua:
– Andaaaa… Es que me hace mucha ilusion. Que hoy tenia muchas ganitas de estar contigo. Que estamos solitos y esoy muy juguetona… andaaaaa… ¿vale? Te prometo que despues podemos hacer lo que tu quieras…
Sus palabras me ablandaron y acepte a regañadientes, mientras que por dentro, la zorrita se iba preparando para su ocasion…
Me ayudo tambien a vestirme.
– Muy despacio y con mucho cuidadito, que ya sabes que yo soy muy ciudadosa con mi ropa – me decia poniendome las medias – ya sabes que si alguien me estropea la ropa, me pongo furiosa.
Y me miro con el ceño fruncido, pero con cara de broma.
– Mira, estas medias son las que mas te gustan a ti – efectivamente, eso le decia yo cuando se las ponia – y estas braguitas tambien te encantan. Hoy vas a convertirte en mi, que ilusion – me seguia diciendo con sus risitas picaronas.
Yo estaba simulando no estar contento y me hacia un poco el loco mientras ella me vestia. Pero estaba presenciando en primera persona como mi novia me estaba feminizando y me encantaba. La zorra que hay en mi se estaba haciendo muy muy fuerte.
– Anda, no seas mas tonto y cambia esa carita, que tan mal no lo estaras pasando. Mira, tu polla te delata.
Efectivamente, mi miembro estaba rojo y durisimo. No podia disimularlo. la braguita brasileña no podia aguantarla
Asi que termino de vestirme y ya solo quedaba un detalle. Los zapatos
– Mira, te he guardado estos zapatos que se que son los que mas te gustan
De nuevo acerto, claro. Eran los que mas me gustaban y los que mas me habia puesto
– No se que les ha pasado que me estan bailones – me decia.
Claro, como mi pie es un poco mas grande que el suyo, yo hacia un poco de esfuerzo para que me entraran y con eso se iban agrandando los zapatos sin darme cuenta.
Yo sentada en una silla y ella de rodillas, me puso los zapatos como si fuera la cenicienta. Me encajaron rapidamente y ella me dijo: ¡Uy, mira que cosa! A ti te han entrado estupendamente. ¿por que sera? jijijiji….
Yo me hice un poco el tonto, o ya mas bien, la tonta. Estaba muy entregada a lo que ella quisiera y me estaba sintiendo toda una nenita con su ayuda, que ella tambien estaba consiguiendo con su actitud que yo me sintiera asi.
Cuando yo creia que ya habiamos terminado mi transformacion me dijo:
– Bueno, quedan aun dos detalles importantes. Ven que te voy a peinar y a maquillar.
Yo le dije que estaba loca, que como me iba a hacer eso, que se me iba a ver como una maricona
Ella me reprocho mimosamente que el juego era asi, con todo completo y que recordara que despues iba a estar a su entera disposicion para lo que yo quisiera.
Yo le dije que me tendria que dejar que se la metiera por su agujerito de detras, cosa que a ella no le gustaba mucho y que solo habiamos hecho en un par de ocasiones durante toda nuestra relacion
– Claro que si, tonto. Lo que tu quieras, pero primero yo.
Y se puso manos a la obra.
Como mi pelo es largo, me peino y me puso sus horquillas y despues me pinto. Mientras me pintaba me decia
– Que bien, vas a estar hoy hecha toda una mujer. Muy muy guapa sexy. jijiji. Y se reia malevolamente
La verdad es que sus risas y sus acciones me tenian totalmente desconcertado, pero no podia evitar seguirle el juego disimulando que me lo estaba pasando pipa. Tenia que mantener a ralla a la putita en mi interior, que se volvia cada vez mas fuerte y mas traviesa y toda esa fuerza se hacia notar en mi polla, que llevaba ya mas de una hora a punto de estallar.
Ya estaba completa. Vestida, peinada y maquillada. Entonces mi novia me dijo que me levantara y que caminara un poco para verme. Yo me levante y camine. Sin darme cuenta, la zorrita desbocada, que ya tenia practica en caminar con tacones no disimulo ni un leve desequilibrio
Entonces ella me dijo:
– Anda, mira que bien caminas con mis tacones mas altos – entonces fue a mi a la que se le escapo una risita ligera… Jijiji.
– Que va, si casi me caigo – dije, pero era una cuestion evidente y ella dijo – Si, claro, claro – entre risitas
– Bien – dijo de nuevo mi novia – anda y ve al cuarto de mis padres, ve a verte en el espejo del ropero y mira, que alli tienes la ultima sorpresita, anda.
Yo la mire y me sonrio de nuevo, pero su cara era ahora muy maliciosa.
¿Que otra sorpresa seria la que me tendria preparada?