Ağustos 15, 2021

Probando semen por primera vez

ile admin

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Anal

Probando semen por primera vez
Puedo decir con toda seguridad que de todas mis compañeras, conocidas y demás niñas de mi generación fui la última por un buen trecho que perdió su virginidad vaginal y sin embargo a la edad de 15 años, con solo 3 desde mi primera masturbación, ya tenia acumulado un historial único y diverso de experiencias morbosas, de fetiches, juegos, obscenidad y actos sexuales con mas hombres de los que la mayoría de mujeres incluso liberales llegan a tener aun en la adultez.

No imagino chica de mi edad mas versada en penes , en esperma y en fetiches que yo. Nunca fui penetrada porque honestamente jamás apeló a mis gustos hiper específicos y bizarros tanto como el juego sexual y porque jamás quise realmente entregarle ese derecho a hombres, los cuales para mi, no eran mas que juguetes que usaba y cambiaba por mi propias necesidades y fantasías sexuales.

Yo tenia 12 años, el tenia 45, muchas veces después planeé , inicie y terminé todas las experiencias sexuales en las que me involucré, pero esta definitivamente fue totalmente inesperada.

Relate anteriormente en la parte 1 como mi pasatiempo preferido era entrar a baños de hombres, encerrarme en el inodoro y ser una voyerista de los hombres que entraran a los urinales. Esto por supuesto era un hábito que me dejaba siempre queriendo mas, siempre quería atreverme a mas, ver mas, sentir mas, era inevitable que me llevara algo nuevo debía aparecer para saciarme.

Fué así como empecé a tener una meta clara, debia, necesitaba ser capaz de verle el pene a cada hombre adulto que pudiera a como de lugar y prácticamente todos en mi lista por ver eran los maestros de mi escuela. No tenia predilección por ninguno, solo quería verlos a todos.

Descubrí que el baño que usaban , que no era el mismo del lobby ni el mismo de los alumnos estaba en un módulo donde solo había una oficina administrativa la cual desconocía su propósito y un salón de computación al final del pasillo usualmente vacio.

Era facil para mi escabullirme en ese baño durante el almuerzo antes de horas de clases extracurriculares o cualquier día después de salir de clases y esperar todos se fueran y saliera el transporte.(yo caminaba sola a mi casa que estaba a pocas cuadras). El salón era mi coartada perfecta, solo debía decir que se me quedo un libro o que buscaba un compañero si alguien me veia sola pasando por allí.

debía tener cuidado, pues este era un baño pequeño que solo tenia 2 inodoros y un único urinal. Esto claro era maravilloso para mi, el eco reverberante en este espacio pequeño del sonido de cierre bajándose y de orine golpeando las paredes del urinal o salpicando en el agua del inodoro de al lado era acelerante. El riesgo de estar allí tan expuesta a ser descubierta me sacudia de nervios pero estar tan cerca de la acción me fascinaba sin medidas. Lo mas perfecto, el inodoro del fondo daba con el urinal de perfil, era un sueño hecho realidad, por la rendija de la puerta podía observar a poco espacio el pene de quien lo usara.

Sin embargo pasé dos meses entrando y saliendo de este baño casi todos los días, veía 2 días a la semana extracurriculares, igual como no socializaba demasiado en las dos horas de almuerzo me encerraba luego de clases y almorzaba y hacia mis tareas sentada en el inodoro atenta a quien llegará y me masturbaba cuando me daban ganas, era mi pequeño espacio perfecto.

A esta hora eran pocos los profesores que pasaban por allí, aprendí sus horarios de acuerdo a las horas en las que orinaban o hacían del dos (esto si nunca me agrado pero tampoco desagrado tanto como para arruinar mi experiencia), solo un par de personas iban casi fijo todos los días, uno de ellos el director y la otra una profesora que tenia tareas administrativas en las tarde cuando no daba clases. Sin embargo en el tiempo que tenia casi había cumplido con mi lista y había visto a muchos de los profesores y (escuchado al menos ) a muchas profesoras ( a las cuales también me daba gusto espiar cuando trancaban la puerta y se cambiaban de ropa o de sus toallas femeninas .

Hasta que un día cambió mi suerte. , Yo estaba ocupando el inodoro el cual permanecía cerrado sin que nadie supiera que estaba allí. Como solía pasar, 40 minutos luego del almuerzo entraba el director de la escuela a orinar como de costumbre, nada transcurrió fuera de lo normal, recuerdo estar muy excitada y pensar ” ya va a terminar, ya lo va hacer, mi parte favorita”. Esta parte era cuando tomaba un pedacito de papel higiénico y se limpiaba la punta de su pene circunciso antes de metérselo de nuevo en el pantalón. había un par de otros profesores que lo hacían pero solo el con tanta pulcritud y detalle. esto me excitaba y siempre empezaba a tocarme en este momento.

El director había olvidado como a veces le pasaba tomar el pedacito de papel antes de su faena, y como solía hacer caminó hasta el inodoro abierto con su pene fuera del pantalón a tomarlo del rollo ubicado al lado del inodoro abierto. No había papel ese día. Obviamente su primer reflejo fue el de buscar en el otro inodoro, el cual por primera vez se dio cuenta estaba cerrado. Pensó que debía estar vacío de cualquier forma, no se veían piernas por el espacio entre la puerta y el piso ( las levantaba para ocultarme). Tocó para cerciorarse una vez, a lo que no respondí, y sin respuesta se aventuro a mirar sobre la puerta.

Allí estaba yo sudada, desnuda, con mi uniforme en el piso el cual rápidamente intenté buscar para taparme y me vio fijo, yo lo vi a el, no pude decir nada, pero mi cara de miedo era notable. Mi pasatiempo era descubierto al fin y esto me ponía en peligro, a ninguna voyerista le gusta ser expuesta.

Volteó evitándome, y empezó a gritarme “señorita, que hace usted aquí!?” a lo que no supe que responder, que andaba haciendo allí. favor vístase y nos vemos en la oficina de al lado.

Resulta la oficina administrativa de al lado era el espacio personal del director, diferente a donde reciben a alumnos y padres en el lobby, este era un cuarto mas pequeño que incluso servía de almacén y de registro.

Me tardé un poco mas de lo necesario en vestirme, pensando que diría, por fin al entrar la falta de plan y su rostro m*****o me hizo frustar y empecé a llorar. Poco a poco al calmarme y el hacerme preguntas poco a poco conté todo, le dije que estaba allí porque quería, que me gustaba y que lo veía orinar, que me estaba tocando y pedí disculpas. Mi cara estaba hinchada.

Viendo atrás el no podía sospechar nada de eso, pude haber dado excusas, decir que me cambiaba, algo. Pero esa misma curiosidad y adrenalina me quería llevar las cosas mas allá, mi perversión hacia que quisiera que el lo supiera, era la primera vez que alguien conocería de mis impulsos y aun fuera terrible para mi era algo que no podía evitar hacer.

No me reprochó, solo hacia preguntas y me calmaba, me ofreció té y que si quería podía almorzar, así lo hice. Pase unos 50 minutos adentro con el, los últimos 20 en silencio , me preguntaba que tal me sentía. “Mejor?” decía y yo asentía con la cabeza.

Me dijo al final del tiempo, bueno, mira, vete pero mañana regresas y hablamos mejor.

Pasé todo el día y la noche pensando en el, pensando en su pene antes de descubrirme, en todo lo que le había dicho, me excitaba ser descubierta, cada vez que sonaba el teléfono pensaba con palpitaciones que era el, me delataría con mi familia? la adrenalina me excitaba y me masturbe hasta dormir esa noche.

El día pasó lento, nunca lo vi y a la salida me dirigí a su oficina, terminaba de hablar con otra profesora, me dijo “toma asiento”, unos 5 minutos pasaron hasta que esta salió y el con ella, parecía esperar asomado hasta que ella desapareciera de su vista y saliera del módulo y de inmediato me hizo señas, “vente” lo seguí y a mi sorpresa me llevó al baño , de nuevo, tranco la puerta , se agachó al nivel de mi rostro y me hablo en susurros viéndome a los ojos.

“ok, entiende bien esto, nada de esto tu lo vas a contar a nadie, no sale de aquí. ¿ok?”

-asentí con la cabeza

-“Sientate allí” dijo señalando el inodoro

Se levanto de nuevo, bajo su cierre y sacó su pene enfrente de mi rostro.

“esto es lo que te gusta ver no?”

-asentí viendo su miembro fijo, estaba impactada.

“ok, dale”

-lo vi confundida como si no supiera ya perfectamente lo que quería que hiciera.

“agárralo, métetelo en la boca

Sin titubear subí mi mano y lo frote con mi dedo índice y pulgar, viéndolo a el como buscando aprobación, al ver como asentía lo lamí con la punta de mi lengua.

“así?” – dije

-“Si, sigue, no pares” respondió

Y no lo hice, seguí lamiendo de arriba abajo, frotando con ambas manos, di vueltas con mi lengua, con la punta de la lengua probaba las gotas de liquido pre seminal que salían de su meato, me lo metía entero y movía me cabeza. “no pares fué la última indicación que este hombre tuvo que darme” nunca me fijé si quiera en su rostro mientras con mis pequeñas manos y mi lengua poco a poco lo hacia acabar.

De momento vino una palpitación, mi reflejo fue echar mi cabeza para atrás, sin decir palabra la tomo con su mano y la empujo de nuevo hacia adelante, de repente sentí un líquido extraño en mi boca, temí al no saber que era. Pensé en lo único que alguna vez había visto saliendo de penes , en orine (me equivocaba), el reflejo del vómito me pego un poco pero de inmediato mi morbo tomó cargo, esto era lo que yo quería.

Mientras sacaba su pene, yo iba tragando lo que había en mi boca, nunca me lo pidió, yo lo hice con toda la naturalidad del mundo, solo al salir su pene y pegarse contra mi mentón el último resto del líquido me di cuenta al limpiarme con mi dedo que era una crema blancuzca que nunca había visto antes. “te gusta el semen?”

-asentí con la cabeza, asumí que así se llamaba eso que habia puesto en mi boca y me habia tragado.

“ok, dale, ya te puedes ir” dijo mientras se subia el cierre.

Aun estaba vestida en mi uniforme, salí anonadada, como flotando en una nube, no entendía del todo lo que pasó, pero me gustó, de eso si estaba muy segura.

En mi cama esa noche solo pensé en como confesé todos mis fetiches, a este hombre adulto y como me salí con la mia, como le cree un deseo tal que tuvo que sucumbir a el. Habia sido sumisa, habia hehco todo sin hablar pero en el fondo era el quien cumplia con mis designios, este era el extraño y terrible poder que de pronto sabia que tenia, me sentía una mujer.